Damos por hecho que esto es la realidad, porque así nos lo dicta, no la razón, sino la tendencia de las costumbres de la sociedad actual. Sin reflexionar algo al respecto.
La Realidad, así con mayúscula, es aquella que no acostumbramos a percibir, o lo hacemos excepcionalmente por algún suceso extraordinario que nos impacta por su fuerza y por su influencia en nuestra forma de vida habitual.
Esta es la verdadera REALIDAD, a la que podemos acceder todos los dias y sin embargo, sólo lo hacemos en contadas ocasiones a lo largo de nuestra existencia.
Se puede permanecer en ella durante más tiempo, pero la evadimos porque a veces nos lastima y produce dolor, pero si aprendemos de ella, no sólo no nos causará dolor sino satisfacción, ya que al saber la verdad, eso nos hará más fuertes y maduros.
La primera -la realidad aparente- es aquella que nos llena de adulaciones, nos dice lo que queremos oir y nos impone -sin darnos cuenta de ello- la forma de conducta y de pensamiento que habremos de seguir si queremos ser aceptados por los demás. Si no aceptamos esta condición, somos rechazados y proscritos por pensar diferente.
¿Se puede vivir en la Realidad? Sí se puede, pero se requieren cambios y eso no es fácil de hacer, ya que como he mencionado anteriormente, somos renuentes al cambio.
Si queremos, podemos comenzar por:
1.- Reconocer que existe esa Realidad -casi siempre oculta a nosotros.
2.- Aceptar que todo lo demás es una simple ilusión, una apariencia de las cosas, un fragmento del todo.
3.- Encender el deseo de superar esta situación para buscar evolucionar durante nuestro tiempo de vida.
4.- Observar nuestras reacciones, nuestras emociones, nuestros impulsos, nuestros pensamientos, en cada momento, en cada experiencia.
5.- Despertar, hacer conscientes todas las impresiones y sus efectos sobre nuestro ser.
6.- Observar.
Si deseas saber cuál es el verdadero significado de tu existencia, busca y encontrarás.